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José María Ibáñez.

viernes, 6 de diciembre de 2013

EL BELÉN DE "LA SANG"

JOSEP MARÍA OSMA BOSCH

(Foto: Archivo de Josep
María Osma Bosch)
Cada año por estas fechas navideñas, una de las típicas ofertar culturales que ofrece Palma, es la tradicional visita a los belenes de diferente estilo, época y forma de construcción ubicados en varios puntos de la ciudad: Ajuntament, Fundació March, claustro de Sant Antoniet, e iglesias conventuales de Santa Magdalena, San Jerónimo, Santa Clara, Concepción, Carmelitas (Teresas), San Francisco, Capuchinos, Capuchinas... Pero, quizás, el más famoso de todas esas representaciones belenísticas, sin menospreciar a las citadas anteriormente, expuesto de forma fija todo el año, es el de la iglesia de la Anunciación, la del Hospital General, popularmente conocido como de "La Sang". Este belén considerado el más antiguo del Estado Español, fue declarado por el Consell Insular de Mallorca el 3 de marzo de 2003 Bien de Interés Cultural. Sepamos a continuación, como llegó a ser depositado en ese templo epicentrico devocional cristiano de nuestra isla.

Sobre el año 1536, un navío, cuyo flete principal eran figuras escultóricas de los siete misterios de la Madre de Dios, se halló en una gran tempestad que hacía peligrar la embarcación como sus tripulantes y carga a bordo. Domingo Gangonne, capitán del barco, prometió donar uno de los misterios, cualquiera que fuese elegido, donde se descubriera la primera luz de tierra firme en esa noche tenebrosa. Dio el azar que se avistase la lámpara ardiente de la hornacina de Nuestra Señora de las Nieves situada en el convento de Jesús (actual Hospital Psiquiátrico) a extramuros de Ciutat. Horas después, guayándose por esa luz, llegaron salvos a puerto.
(Foto: Archivo Josep María Osma Bosch)

Una vez sabida la procedencia de la luz, Gangonne dio a elegir al prior del convento uno de los siete misterios marianos, escogiendo el seráfico el de Belén; pero arrepentido el capitán, le pidió que se llevase otro o ninguno. El fraile prefirió irse con las manos vacías. Una vez desembarcado el religioso, , el navío, con viento favorable para la navegación, intentó hacerse a la mar, pero tras dos intentos se quedó inmóvil. Gangonne comprendió que Dios quería que aquel grupo escultórico se quedase en la isla; y así fue, las figuras se depositaron en el convento de Jesús, a extramuros de la ciudad.

A principios del siglo XVII se fundó en la capilla que albergaba las figuras belenísticas la Cofradía de Nostra Senyora de Betlem, concediéndole el Papa Clemente VIII indulgencias y celebración en el día de la Epifanía del Señor, el 6 de enero, su festividad mayor organizando una procesión con niños ataviados de Reyes Magos.

(Foto: Archivo Josep María
Osma Bosch)
En el año 1836, el convento de Jesús, al igual que muchos cenobios mallorquines y del resto de España, fue exclaustrado por la Ley de Mendizábal, la cual, recordemos, solo permitía un centro religioso de cada orden en una misma localidad; el belén que tratamos, fue trasladado hasta su emplazamiento actual.

Para finalizar este artículo, quisiera dar una descripción de este conjunto monumental belenítico, pero prefiero que sean los mismos lectores de estas páginas que se acerquen a "La Sang", y admiren "in situ" esta joya escultórica de la Natividad del Señor, y como bien reza el refrán. "Vale más una imagen que mil palabras".

MOLTS D´ANYS PER A TOTS!!!






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