LA REALIDAD OCULTA

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SEPARA LA REALIDAD DE LA FANTASÍA.
José María Ibáñez.

jueves, 20 de septiembre de 2012

¿QUIÉN NOS VIGILA? (I)

JOSÉ MARÍA IBÁÑEZ
VICENÇ ZANÓN


"La era Tecnocrática va diseñando paulatinamente una sociedad más controlada. Esta sociedad será dominada por una élite de personas libres de valores tradicionales que no dudará en realizar sus objetivos mediante técnicas depuradas con las que influirá en el comportamiento del pueblo y controlará y vigilará con todo detalle a la sociedad... llegará a ser posible una vigilancia casi permanente sobre cada uno de los ciudadanos del  mundo"
ZBIGNIEW BRZEZINSKY

(Foto: madita-maldita.blogspot.com
Formamos parte de una sociedad cada vez más controlada y vigilada. Grandes corporaciones, a través de los más sofisticados sistemas de comunicación y captación, acceden constantemente a todo tipo de información; vulnerando con creces todas las leyes de privacidad existentes en los distintos rincones del planeta. A través del control exhaustivo de llamadas telefónicas, mensajes de texto, correos electrónicos, conexiones a Internet, pagos mediante tarjetas de crédito, localización a través de sistemas GSM... gobiernos, partidos políticos, agencias estatales y consorcios globales, vigilan hasta el más mínimo detalle de nuestras vidas y quehaceres cotidianos. Proyectos como ECHELON, DARPA, CARNIVORE, SITEL... cuya existencia a llegado a conocimiento de la opinión pública gracias a la inestimable e incansable labor, de investigadores de las tramas ocultas de la historia y su posterior repercusión en los medios de comunicación, se reparten el papel de Gran Hermano, junto a otros que, con toda seguridad, permanecen en el más absoluto de los secretos. Estos sistemas aplicados al control del ciudadano vulneran todos nuestros derechos constitucionales sobre la libertad de expresión y la privacidad. Todo ello a pesar de las movilizaciones desatadas en todo el mundo en defensa de las libertades civiles y los derechos humanos frente al imparable avance del Gran Hermano. Los distintos métodos utilizados hasta la fecha para el control y vigilancia a gran escala no difieren demasiado unos de otros. Lógicamente en el transcurso de los años se han perfeccionado, volviéndose cada vez mucho más sofisticados. Es este preciso instante, sin duda, alguien conoce nuestros gustos, nuestras aficiones y hasta nuestras pasiones.

LA HISTORIA SE CONFIESA
Estación Echelon en Menwith Hill, Inglaterra
(Foto: Wikipedia.org)
Todo en la vida tiene un principio y un final. El principio que nos ocupa se remonta a finales de la Segunda Guerra Mundial, cuando los Estados Unidos y Gran Bretaña firmaron un pacto de cooperación en materia de espionaje y contraespionaje; incluyendo la creación de una tupida red de control global. Dicha red, originalmente bautizada con el nombre de UKUSA (United Kingdon-United States of América) tenía como misión, ni más ni menos, interceptar todo tipo de satélites de comunicación. Más tarde el proyecto se consolidó con la entrada de Canadá, Australia y Nueva Zelanda; rebautizándose con el nombre de Red Echelon. Lo que en un principio tuvo, por así decirlo, una razón de ser -controlar las comunicaciones entre la Unión Soviética y sus aliados del Pacto de Varsovia en plena Guerra Fría- al transcurrir de los años se ha utilizado no tan solo para la localización y el subsiguiente control de grupos terroristas, narcotraficantes, políticos, diplomáticos... sino también, para el espionaje económico, industrial y comercial y lo más preocupante, la invasión de la privacidad de los ciudadanos a gran escala. Es decir, han ido tejiendo una tupida red de espionaje que les permite, a través de la utilización de los distintos medios a su alcance, es decir todos, conseguir hacerse con el control absoluto de las comunicaciones, aunque ello signifique un brutal atentado contra todas las leyes establecidas sobre la privacidad individual y colectiva.

La STOA (Scientific and Technological Options Assessment), encomendó a la Fundación Omega, la realización de un informe para el Parlamento Europeo: "Evaluación de las tecnologías de control político", donde se concluye que la NSA (Agencia de Seguridad Nacional) de los Estados Unidos: "intercepta de manera habitual todas las comunicaciones de correo electrónico, teléfono y fax". Gracias a dicho informe se supo de la existencia real de ECHELON: sistema de interceptación de las comunicaciones. En el informe, Duncan Campbell nos muestra detalladamente los distintos medios utilizados para la interceptación de todo tipo de comunicaciones. 
Duncan Campbell
(Foto: mccullagh.org)

En el Documento de Sesión del Parlamento Europeo (11 de julio de 2001) "Informe sobre un sistema mundial de interceptación de comunicaciones privadas y económicas" (sistema de interceptación ECHELON) (2001/2098 (INI), Gerhard Schmid, miembro de la Comisión Temporal, nos pone en antecedentes a través de un consumado informe de algo más de doscientas páginas. A través del extenso informe, que refleja las opiniones de periodistas, investigadores y ex miembros de los servicios secretos, se llega a la conclusión de que el sistema de interceptación ECHELON si diferencia de otros sistemas de inteligencia por su capacidad de ejercer una vigilancia simultánea de todas las comunicaciones: "Todo mensaje remitido por teléfono, telefax, Internet o correo electrónico, sea cual sea su remitente, es captado a través de estaciones de intiderceptación de comunicaciones por satélite o satélite espía, lo que permite conocer su contenido. Este sistema funciona a escala mundial gracias a un convenio firmado en 1948 por el Reino Unido, Estados Unidos de América, el Canadá, Australia y Nueva Zelanda".

Del informe se desprende, también, que los seis países integrantes de la red ECHELON, forman parte de una alianza bautizada con el nombre de UKUSA. Éstos, pueden ponerse mutuamente a disposición las instalaciones de escucha e interceptación, sufragar conjuntamente los gastos resultantes de utilizar de manera conjunta la información obtenida; dejando bien clara la evidencia de que dichas estaciones de interceptación de comunicaciones por satélite: "por sus dimensiones, no pueden construirse en el territorio de un Estado sin el consentimiento de éste. En este terreno es imprescindible el acuerdo mutuo y la cooperación de varios Estados situados en distintos continentes".

Pero veamos la opinión de algunos autores especializados en la materia, plasmadas en los informes presentados en distintas sesiones parlamentarias. El escritor neozelandés Nicky Hager en su libro Secret Power: New Zeland´s role in the international spy network, refleja por primera vez detalladamente la existencia del sistema ECHELON. Su investigación se basa en innumerables entrevistas mantenidas con personas que habían formado parte de los servicios de inteligencia neozelandeses (GCSB). Para Hager, "la interceptación de comunicaciones por satélite no representa sino una pequeña parte, aunque importante, del sistema de interceptación. Existen además numerosas instalaciones de control de los haces hertzianos y de los cables, aunque éstas no estén tan documentadas y su existencia sea más difícil de probar; puesto que, a diferencia de lo que ocurre con las instalaciones terrestres, pueden pasar prácticamente desapercibidas". En cuanto al sistema utilizado para la interceptación de las distintas comunicaciones, Hager nos informa que cada uno de los miembros de la alianza utiliza listas propias de palabras clave, "se examinan comunicaciones con palabras clave introducidas en el sistema por los Estados Unidos, mediante los gestores de diccionarios".
(Foto:nickyhager.info)

El escritor norteamericano Jeff Richelson -autor de diversos libros y artículos sobre las actividades de las distintas agencias gubernamentales y los servicios secretos norteamericanos- ex miembro de los Natinoal Security Archives, refuerza sus trabajos de investigación, principalmente, a través de documentos desclasificados. El 11 de marzo de 2001 participó, en Washington DC, en una de las audiencias de la comisión de delegados. En ella expuso que ECHELON "designa una red de ordenadores utilizada para filtrar datos intercambiados entre servicios de inteligencia". Cabe señalar que Jeff Richelson proporcionó el acceso directo a dieciséis documentos desclasificados, donde demuestra, entre otros, el origen, el desarrollo, la gestión y los poderes de la NSA.

Otro escritor estadounidense, James Bamford, que basa sus investigaciones en archivos y entrevistas a ex colaboradores de los servicios secretos, en su libro "Body of Secrets", afirma que la red de ordenadores que enlaza con los servicios secretos se denomina Plataform y ECHELON, en cambio, designa el software empleado en todas las estaciones y que permite un tratamiento uniforme y acceso directo a los datos de los otros socios. De sus indagaciones se desprende que el problema principal no es la cuestión de si el sistema ECHELON roba secretos de empresas y los transmite a la competencia, sino la violación de los derechos individuales en la esfera privada.

También resultan interesantes las opiniones de personas relacionadas con agencias gubernamentales implicadas en el control y vigilancia de los ciudadanos. Margaret Newsham -empleada en las grandes compañías Ford y Lockheed- según leemos en sus declaraciones, entre 1974 y 1984 trabajó para la NSA. Su labor consistía en el diseño, programación y configuración de software para operar en grandes sistemas informáticos. Los programas informáticos se llamaban SILKWORTH y SIRE, mientras que ECHELON era el nombre de la red. Otro ex empleado de la NSA, Wayne Madsen, confirma que "la recopilación de datos económicos es prioritaria y se utilizan en beneficio de empresas de EEUU". En su comparecencia ante la comisión de Washington, se sintió especialmente preocupado por el peligro que el sistema mundial de espionaje conlleva para la esfera privada de los ciudadanos europeos.
Mike Frost
(Foto: historycommons.org)

Durante más de dos décadas Mike Frost formó parte de los servicios secretos canadienses (CSE). En distintas entrevistas televisivas no ha dudado en afirmar que "... las conversaciones telefónicas, los correos electrónicos y los fax son supervisados cada día en todo el mundo por ECHELON. Ello afecta también a las comunicaciones civiles". Por su parte, Fred Stock, que según sus propias palabras, fue expulsado del CSE en 1993, por haberse mostrado abiertamente disconforme con la interceptación de comunicaciones y recopilación de información sobre empresas privadas y objetivos civiles "... las comunicaciones interceptadas contenían información sobre el comercio con otros países".

En cuanto a las acusaciones de espionaje industrial y comercial llevados a cabo por los sistemas de interceptación del ECHELON, según el periodista Duncan Campbell, en 1994 la NSA interceptó llamadas telefónicas entre Thomson CSF y Brasil en relación con SIVAM, un sistema de vigilancia de 1.300 millones de dólares para la selva tropical amazónica. El suculento contrato acabó en las manos de la empresa Raytheon Corporation, que posteriormente declaró que "el Departamento de Comercio trabajó intensamente en este proyecto en apoyo de la industria estadounidense". Raytheon, al parecer, también presta importantes servicios de ingeniería y mantenimiento en la estación de interceptación ECHELON que mantiene la NSA en Sugar Grove

Según un informe de 1995 la NSA interceptó todos los faxes y llamadas telefónicas transmitidos a través de un satélite de comunicaciones comercial entre el consorcio europeo AIRBUS, y el gobierno de Arabia Saudí. La agencia pasó la información a los funcionarios estadounidenses que presionaban a favor de la oferta de Boeing CO y McDonnell Douglas Corporation, que acabó adjudicándose la operación por 6.000 millones de dólares.

Pero ECHELON no es el único sistema dedicado a la interceptación y control de las comunicaciones. De hecho, en los últimos años, han salido a la luz, ocupando las páginas de los principales medios audiovisuales de todo el mundo, la existencia de una vasta red de proyectos similares, gestionados por grandes corporaciones -tanto públicas como privadas- auspiciados por distintas agencias gubernamentales. Pero, la puesta en escena de estos proyectos, no tan solo pone de manifiesto un afán sin límites por controlar nuestras vidas privadas, sino también, en algunos casos muy bien documentados, el espionaje y la corrupción política y empresarial a todos los niveles imaginables. Lo más triste de todo, es comprobar como dilapidan ingentes cantidades de dinero público en proyectos que en nada benefician a los ciudadanos de a píe que, al fin y al cabo, pagamos los correspondientes impuestos religiosamente a cambio de que los gobernantes velen por nuestros derechos y nuestras libertades

Fuente: LOS CORRECTORES DEL DESTINO: el rumor no siempre está equivocado. 
Escrito por José María Ibáñez y Vicenç Zanón
Editado por La Niebla ediciones-2010



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