LA REALIDAD OCULTA

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José María Ibáñez.

lunes, 18 de abril de 2011

TREBITSCH-LINCOLN ¿El Lama de los Guantes Verdes?



JOSÉ MARÍA IBÁÑEZ



¿Quién fue realmente el inquietante personaje conocido como I.T.T. Lincoln? ¿Fue un enviado del llamado grupo de los Superiores Desconocidos que dominarían el mundo? Este hombre, del que se sospecha tuvo que ver con la implantación del nazismo en Alemania, y que parece estar  presente en los grandes acontecimientos de su época, constituye un auténtico enigma. Incluso a la hora de su muerte.

ENTRE LAS RUINAS DE BERLIN
En la mañana del 25 de abril de 1945 un grupo de soldados rusos, que se abría camino entre los escombros de la desgarrada ciudad de Berlín, hizo uno de los descubrimientos más sorprendentes de la Segunda Guerra Mundial. Entre las ruinas de lo que en otros tiempos había sido un edificio de tres pisos - en una de las habitaciones de la planta baja -, hallaron los cadáveres de seis hombres tumbados en el suelo formando un pequeño círculo. En el centro del círculo, boca abajo, otro cuerpo sin vida sujetaba fuertemente entre sus manos unos guantes de color verde. A primera vista, los cadáveres no parecían esconder ningún tipo de misterio aparente; había miles esparcidos por doquier. Pero al examinarlos más de cerca, a pesar de que vestían uniformes alemanes, comprobaron sorprendidos que sus rasgos eran orientales; concretamente tibetanos.
¿Qué estaban haciendo a miles de kilómetros de su tierra y en medio de una guerra en la que, oficialmente, su país no tomaba parte?

LOS PRIMEROS PASOS DE UN PERSONAJE SINGULAR
Gracias a Roger Gheysens y Jacques de Launay (Les Grands Espions de Notre Temps, traducio al castellano como Grandes Espías) sabemos de los primeros pasos de este singular personaje. Ignace-Timothée Trebitsch, nacíó en abril de 1879 en Paks, pequeña localidad situada a setenta y cinco kilómetros de Budapest, en el seno de una familia acomodada. Su padre, Natham Trebisch, era el propietario de una próspera empresa de transportes fluviales, y su madre, apellidada Freund de soltera, era hija de un rico terrateniente emparentado con los Rothschild.


Después de pasar con más pena que gloria los estudios secundarios y religiosos, se dedica al teatro. Se inscribe en la Sziniaakademia de Budapest, pero descuida sus clases y se dedica a pasar el tiempo holgazaneando por los cafés de la capital. "Su carácter se revela, ya desde muchacho: es muy nervioso y simpático, pero inconstante. Vanidoso, sólo desea impresionar a los demás, se pierde en palabras, adornando todo lo que dice con su gran imaginación calenturienta y a veces disparatada. Le gusta cambiar de amistades, profesiones y horizontes".
A los dieciocho años viaja a Hamburgo y reside durante un tiempo en una comunidad israelita, pero de la noche a la mañana, cambia de religión y es bautizado en una comunidad presbiteriana irlandesa del gran puerto, donde traba amistad con Margarethe Kahlor, hija de un capitán retirado de la Hamburg-Amerika Linie.
Más tarde, gracias a una beca que consigue a través del jefe de la misión presbiteriana, Trebitsch viaja a Canadá e ingresa en la Universidad Mac Gill de Montreal, donde cursa estudios de Teología; se examina con brillantes resultados, se casa con Margarethe y, después, es ordenado diácono de la Iglesia anglicana.
Después de residir cuatro años en Canadá (1899-1903), en 1904 viaja a Londres; consigue audiencia con el arzobispo de Cantorbery, que le nombra vicario de la población de Appledore. El nombramiento resulta un auténtico fracaso; su carácter se acomoda muchísimo mejor al ajetreo de la gran ciudad, donde además, tiene muchas más posibilades de poner en práctica el vivo interés que se ha despertado en su interior: introducirse en el apasionante mundo de la política. Después de adoptar la nacionalidad inglesa, añade a su apellido el de Lincoln; así se hace llamar Ignace-Timothée Trebitsch-Lincoln o simplemente... I.T.T. Lincoln.
En 1906 las puertas se le abren de par en par. Conoce a Benjamín Rowntree, milllonario, fabricante de chocolate, líder del partido liberal y cuáquero convencido, que le nombra instructor de sus hijos y, al año siguiente, le confía la dirección de una encuesta sociológica sobre las condiciones de vida de los pequeños terratenientes en Europa: "Lincoln vive en Bruselas desde 1907 a 1910; para realizar su trabajo le pagan un gran sueldo y lleva un tren de vida por todo lo alto. Reside en un hotel particular, viaja por Francia, Suiza, Hungría y se codea con altos personajes. Adquiere un buen caudal de experiencia en el mundo de los negocios; pero sigue soñando con la política".
De regreso a Londres, una vez finalizado su trabajo, de la mano de su nuevo mentor Rowntree, es introducido en las filas del partido liberal y elegido como candidato por la circunscripción de Darlington. Su brillante oratoria y el apoyo incondicional de personajes importantes dentro del partido, Churchill y Asquith, entre otros, motiva que salga elegido candidato el 10 de enero de 1910.
Una vez introducido en el mundo de la política valora la posibilidad de invertir en el negocio del petróleo. En 1911 llega a director de la Amalgamated Oil Pipelines of Galitzia Ltd., empresa petrolífera radicada en Polonia. Y es cuando, gracias al apoyo de un banquero escocés, decide invertir en operaciones de perforación en RumanÍa.
Aunque políticamente hablando no le sonríe la suerte (el Parlamento queda disuelto y el partido liberal no vuelve a presentarlo), Lincoln viaja a los Estados Unidos en busca del material necesario para iniciar los trabajos de perforación en Rumania. Una vez conseguidos, entra a formar parte de la Oil and Drilling Trust of Rumania Ldt, recoge a su familia y en 1913 se instala en Bucarest. Más tarde funda en Viena la Anglo-Austrian Petroleum Syndicate Ldt, con la idea de atraer sobre Europa oriental la atención de los financieros ingleses, al tiempo que propugna la idea de que Inglaterra rompa su alianza con Francia para erigirse en líder de las potencias centrales.
Pero sus estrategias no le dan resultado. Al no encontrar la financiación necesaria para sacar a flote los dos pozos petrolíferos que posee en Rumania, se ve obligado a malvenderlos para hacer frente a las deudas contraídas. Al estallar la guerra, prácticamente arruinado, nuestro protagonista regresa a Londres. Allí, da comienzo una nueva etapa en la vida de I.T.T. Lincoln


EL MAYOR AVENTURERO DEL SIGLO XX
En Londres contacta con un enigmático personaje, Harold Beckett, del que se sospecha podría ser uno de esos seres suprahumanos que supervisa la política mundial: "Por consejo e influencia de su discreto protector, alcanzó muy rápido los más altos grados de sociedades tan cerradas como la Ordo Templi Orientis", observa Jean Robin, y añade: "El iniciador occidental de Trebitsch, Harold Beckett, declaró al futuro lama que había solamente 72 hombres verdaderos por generación".
Jean Robin
Por otro lado, Jean-Louis Degaudenzi en Los Gobiernos Invisibles: El lama de los Guantes Verdes (Mundo Desconocido nº 62) se pregunta: "¿Qué historiador podría, por ejemplo,considerar lógicamente a aquel aventurero misterioso que fue Timothée-Ignaz Trebitsch-Lincoln como enviado del mundo de los superiores invisibles? Es cierto que el papel que le habían confiado no era nada brillante, ya que se trataba de permitir el advenimiento del nazismo en Alemania, lo que, en sus tiempos habría formado parte de un plan para el regreso de la civilización de los dueños secretos del planeta..."
Pero volvamos a Jean Robin, que en Hitler: El elegido del Dragón, comenta: "Estamos en marzo de 1920. El Putsch nacionalista de Kapp, en Berlín, en el que Trebitsch ha participado activamente, en su calidad de ministro de propaganda, acaba de fracasar. Los vencidos han escapado de la policía y se reúnen por la noche en el apartamento del capitán Roehm, que acaba de regresar de un viaje a América del Sur. El objeto de la reunión: hacer la crítica del Putsch, estudiar la situación, plantear el porvenir. Ludendorff - del que Trebitsch es el consejero oficioso - estará presente. Hitler también. Cuando éste último entra, los jefes de los partidos nacionales rodean a Trebitsch-Lincoln, que perora con una volubilidad extrema ¿Qué dice?". Varios testigos cuentan que Adolf Hitler abrazó efusivamente al apátrida , en el mismo instante que lo reconoció entre la multitud que se agolpaba a su alrededor.
En 1929 pasa una temporada en la célebre Ville Bleu de Niza, lugar de cita de los principales ocultistas, perseguidores de químeras (conspiranoicos) de Francia y Europa, regentada por una condesa sueca riquísima... Figuraban entre los asistentes grandes adeptos, que no vivían exclusivamente a expensas de sus cuentas bancarias, sino que cobraban también de los fondos supersecretos de algunos países, "... sirviéndolos o traicionándolos, por turno, de acuerdo con sus caprichos o su interés inmediato", escribe Jean Robin.
Chao Kung en el Tibet
Un año después, en junio de 1930, fue iniciado en el Tibet y se convirtió en el venerable Chao Kung, tras haber pasado la última prueba de fuego: "Un monje encendió sobre su cabeza doce velas de resina, que ardieron hasta el final, causando doce llagas en su carne, sin arrancarle una queja... Su prestigio fue considerable". En 1939, a través de un folleto redactado en francés, alemán e inglés, profetiza: "El Rey del Mundo, que vive en el Tibet, desencadenará contra vosotros, sin ningún prejuicio, predilección o favor, fuerzas y potencias cuya misma existencia os es desconocida y contra los cuales os vereís sin recursos (...) Los jefes de estado son simples seres humanos y, por lo tanto, están sometidos a todas las imperfecciones de la naturaleza. Sólo los maestros supremos budistas, por su conocimiento infinito e ilimitado de la naturaleza, por su aptitud para utilizar ciertos poderes, escapan a estas limitaciones y pueden decidir la suerte de la tierra...".


LOS SETENTA Y DOS O EL DRAGON VERDE
El sábado 24 de junio de 1922 se produce la primera víctima judía del nazismo: el ministro alemán de Asuntos Exteriores Walther Rathenau, murió tras una corta agonía en los brazos de su compañera y colaboradora Irma Staub, que recogió sus últimas palabras: "... los Setenta y Dos que dominan el mundo...". Así designó a los que se movían en la sombra de sus ejecutores:  los pangermanistas Kem y Fischer.
Pero sigamos con el testimonio de Jean Robin: "Los Setenta y Dos inspirando directamente a la sociedad del Dragón Verde, se habían manifestado en Rusia, y el maestro Philippe, como Rathenau en Alemania, había visto claro su juego, lo que por lo demás, le valió verse suplantado muy pronto por Rasputín. No es de extrañar, por lo tanto, que Obolensky, el director ruso de correos, cayese en desgracia por haber manifestado al zar su inquietud frente a la abundancia de telegramas cifrados recibidos por Rasputín y que estaban firmados por El Verde". Dichos telegramas procedían de Suecia, donde, al parecer, permanecía oculto el centro al que Rasputín abedecía y que se había infiltrado en el entorno del zar. Este hecho resulta de lo más intrigante si tenemos en cuenta, como hemos explicado anteriormente, que nuestro amigo I.T.T. Lincoln disfrutó durante una buena temporada de la hospitalidad de una riquísima condesa sueca en la ciudad de Niza, concretamente en la Ville Bleu. Por lo tanto, aunque la orden, al parecer, por aquella época se hallaba localizada en el Tibet, cosa nada extraña si recordamos las andanzas de nuestro principal protagonista, resulta evidente que mantenía conexiones internacionales, como lo demuestra el centro de decisiones establecido en Suecia. Pero ¿quiénes formaban parte de este oscuro círculo de poder? Volvamos a Jean Robin: "Ciertos investigadores al margen de la encuesta oficial rebelaron que uno de los miembros de este centro de decisión oculta, dependiente de la autoridad de Los Setenta y Dos, era, en 1929, el barón Otto Von Bautenas, consejero privado exterior de la República de Lituania y brazo derecho del presidente del Consejo, Waldemaras, el jefe del movimiento fascista de los Lobos de Acero, propietario de un yate que llevaba el nombre de Asgärd".
En su libro Los Orígenes Ocultos del III Reich, su autor, José Miguel Romaña, que también intenta desentrañar la aureola de misterio que rodea a estos personajes, escribe: "Un agente del Servicio Secreto francés, el Deuxième Bureau, que utilizó en sus novelas el seudónimo de Tedy Legrand y que falleció a causa de un misterioso envenenamiento, es autor de una obra llamada "Les Sep Tëtes du Dragón, donde escribe: De todas formas, es muy curioso que éste número de setenta y dos reaparezca a cada momento... tan pronto como se trata de los famosos Verdes ¿No resulta significativo, sin embargo, que ese número desempeñe un papel muy importante en el ocultismo y en la Cábala y que acompañe en la Biblia las ideas de destrucción, de dominación absoluta?".
El mismo autor, recogiendo las aseveraciones de un investigador de lo oculto, Montesinos Espes, cita textualmente: "Pero lo mejor será, sin duda, citar a Napoleón La Boucane, traductor canadiense del cuaderno de Willibrod, científico holandés de obediencia nacionalsocialista, cuyos trabajos fueron descubiertos en la base de experimentación del lago Nungesser (en 1971). Dicho cuaderno aportó por fin la confirmación de que los inspiradores de Hitler pertenecían a una sociedad secreta que no era más que una especificación de la Orden del Dragón Verde, a su vez emanación directa de los Setenta y Dos Superiores Desconocidos Seitianos". Y añade: "... los misteriosos Setenta y Dos, de los que se cree dirigen el mundo, han burlado la sagacidad de todos los observadores".
El propio Espes, en su trabajo publicado en 1994: El Gobierno de los 72 Dragones, escribió: "¿A qué línea contrainiciática, directamente vinculada con los Setenta y Dos, debía Hitler su posesión y sus poderes?, porque es evidente que los Setenta y Dos inspiran, pero no intervienen nunca directamente. Por lo tanto, sólo es posible descubrir a los Superiores Desconocidos detrás de los diversos sistemas, y no en uno determinado...".


PUNTO Y ...
Como su amigo Haushofer, Trebitsch representaba los intereses de los Setenta y Dos o Los Verdes, por lo tanto, estaba al corriente de los planes pangermanistas y de la consecución de los grandes ejes geopolíticos predeterminados de antemano. Esto lo demuestra un hecho significativo: ya sea por casualidad o por cualquier otro motivo, su presencia en cualquier parte coincide con una serie de acontecimientos importantes para el país o continente. Además, se sabe a ciencia cierta que durante 1920 y 1930 cumplió enigmáticas misiones, concretamente en Asia. También sabemos que en aquella época, según Degaudenzi, "... fue iniciadoen la Tríada China, no obstante particularmente cerrada a los occidentales".
Haushofer
Para terminar, como era de esperar en un personaje de estas características, existen diferentes hipótesis sobre su desaparición.Una de las versiones apunta, aunque está lejos de haber sido probada, a su fallecimiento en el hospital francés de Shangai. Por otro lado, testigos más o menos fidedignos afirman haberle visto en los años cincuenta en el Oriente Medio, donde se estaban preparando otros acontecimientos dramáticos para el futuro de la Humanidad. Pero existe una tercera versión de los hechos. A pesar de que oficialmente se le dió por desaparecido en 1943, y puestos a especular, cabría la posibilidad que el cuerpo sin vida que apareció entre las ruínas de Berlín en 1945, aquél que guardaba celosamente entre sus manos unos guantes de color verde, perteneciese a Ignace-Timothée Trebitsch-Lincoln, uno de los personajes más inquietantes de nuestra Historia.

RECUADROS FUERA DE TEXTO:


ERICH LUDENDORF: Nació cerca de la localidad de Posen (hoy Pozmán, Polonia) en 1865. Alistado en la ejército a los dieciocho años, en 1894, fue destinado al Gran Estado Mayor. A comienzos de la Primera Guerra Mundial, tomó la ciudad fortificada de Lieja (Bélgica). En 1914, en el transcurso de la batalla de Tannenberg (hoy Stebark, Polonia) demostró la teoría, de que es más importante aniquilar al enemigo que conquistar territorio. Escapó a Suecia, curiosamente, después de la firma del armisticio, aunque regresó a Alemania en 1919 para hacer campaña en contra de los acuerdos de Versalles. Participó junto a Adolf Hitler, en noviembre de 1923, en el fallido putsch de Munich. Desde 1924 hasta 1928 fue diputado por el Parlamento Nacional Socialista. Falleció el 20 de diciembre de 1937.


WALTHER RATHENAU: Nació en Berlín en 1867. Su padre, presidente de la Sociedad General de Electricidad (AEG), falleció en 1915 y Walther se convirtió en su sucesor en la dirección de la empresa. Al estallar la Primera Guerra Mundial dirigió la oficina encargada de la distribución de materias primas. Acabado el conflicto, tras la creación en Alemania de la República de Weimar, fue nombrado ministro de Reconstrucción (1921), y un años después se ocupó de la cartera de Asuntos Exteriores. Walther Rathenau comentó en más de una ocasión que "300 hombres que se conocen personalmente, dirigen la economía en Europa y escogen entre ellos a sus sucesores".


RASPUTÍN: Grigori Yefimovich (1872-1916) nació en Pokróvskoie (Siberia) un 29 de julio. Sus borracheras y juergas con mujeres fueron legendarias. Pasó varios meses en un monasterio local y después asumió la identidad de un Starets, un santo itinerante que debía vivir pobremente y en soledad, dedicado a ayudar a sus semejantes en la incertidumbre espiritual. Pronto se convirtió en un personaje muy popular, tento por sus supuestos poderes curativos como por su conducta licenciosa. En 1905 apareció en la corte del zar Nicolás II causando una gran impresión a la emperatriz Alejandra Fiodorovna, que a partir de aquel instante siguió ciegamente las indicaciones de Rasputín, a quién ambos consideraban el salvador del zarevich Alexis, aquejado de henofilia. Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, el zar se dirigió al frente de batalla para asumir el mendo del ejército, asi que Rasputín pasó a controlar el gobierno. Sus famosas orgías escandalizaron a la opinión píblica rusa y circularon rumores de que conspiraba a favor de Alemania.


ESTE ARTICULO SE PUBLICÓ EN LA REVISTA KARMA.7 NÚMERO 327- MAYO 2001







1 comentario:

  1. He dado con el personaje de Trebitsch en la obra Breve Historia de la Primera Guerra Mundial de Alvaro Lozano. Se le cita como espía al servicio de Alemania

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