LA REALIDAD OCULTA

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SEPARA LA REALIDAD DE LA FANTASÍA.
José María Ibáñez.

viernes, 15 de abril de 2011

LA HABIL MANIPULACION DE LOS RUMORES


JOSÉ MARÍA IBÁÑEZ

El entrañable mercado barcelonés de Sant Antoni
Desde tiempos inmemoriales, en todas las sociedades humanas, los rumores han despertado el interés general. A pesar de las dudas que puedan llegar a suscitar, en innumerables ocasiones esconden una gran parte de verdad o, son utilizados y propagados por sectores interesados, alcanzando unos resultados verdaderamente espectaculares.
 “La palabra rumor evoca en el público un fenómeno misterioso, casi mágico. Un análisis del vocabulario más corriente es revelado en este sentido: el rumor vuela, rastrea, serpentea, se incuba y corre. Físicamente es un animal sorprendente: veloz e inaprensible, no pertenece a ninguna familia conocida. El efecto que tiene sobre los hombres se parecería al de la hipnosis: fascina y subyuga, seduce y excita”. De esta forma tan magistral nos define el concepto de rumor a través de su libro Rumores: El medio de difusión más antiguo del mundo (1989), el investigador francés Jean-Noël Kapferer, presidente de la Fundación para el Estudio de la Información sobre los Rumores y profundo conocedor de temas relacionados con la publicidad, la imagen y la comunicación.


El rumor es el medio de comunicación más antiguo de la historia de la humanidad. Antes de la invención de la escritura, el único canal de comunicación de las sociedades eran los mensajes que corrían de boca en boca. La introducción de la prensa escrita, más tarde de la radio y finalmente la explosión de los medios audiovisuales, no han logrado terminar con ellos. El proceso siempre es el mismo. Una voz, cuya procedencia se desconoce, empieza a proliferar, a circular. El movimiento cobra amplitud hasta alcanzar el paroxismo; luego se precipita en pequeños destellos y concluye extinguiéndose hasta caer, la mayoría de las veces, en el más absoluto de los silencios. En realidad, el concepto se nos escapa de las manos cuando pretendemos haberlo delimitado. Todos creemos reconocer un rumor cuando lo encontramos; pero nadie es capaz de dar una definición satisfactoria. Nadie puede delimitar con precisión donde comienza y donde acaba el fenómeno. Por otro lado, el hecho de aceptar o no una información como verdadera, depende del marco de referencia que cada uno utiliza para evaluarla. Si la información guarda una coherencia con él, existen grandes posibilidades de que se la considere auténtica.


Según el mismo autor, la peluquería, el mercado o la cafetería, serían los lugares más comunes para la expansión de los rumores, porque, es ahí, donde se crean y se transmiten toda una serie de informaciones, verdaderas o falsas, nacidas de la necesidad de suscitar un interés de conversar sobre algún tema que distraiga a la improvisada audiencia. Como no tenemos ningún interés en hablar de nosotros mismos, mejor hablar de los demás. Dado que el plato fuerte de los rumores se refiere a terceras personas, hacer una crítica juntos significa implícitamente reconocer la similitud de opiniones entre los interlocutores, con lo cual, se alcanza una situación de morbosa complicidad. Hay rumor porque está en juego una información que interesa al grupo. Sus consecuencias no se limitan a un individuo en particular porque son compartidas por todo el colectivo. Cuando más homogéneo, estructurado y constituido por una eficaz red de intercambios sea un grupo, más fácil resulta la circulación rápida de un rumor. De esta manera, a partir de la nada, el rumor va tomando forma y puede acabar convirtiéndose en un peligroso juego de imprevisibles consecuencias.

¿QUIÉN MUEVE LOS HILOS?
¿Quién firma los rumores? ¿Constituyen un verdadero poder alternativo? Uno de los temas más propagados en el contexto de los rumores es el de la mano oculta; el poder oculto, la sociedad secreta que tira de los hilos del mundo. Esta idea proviene de la concesión de la vida política como un teatro de marionetas, en el que las manos que dirigen los hilos son invisibles y se mueven entre bambalinas. El tema de las sociedades secretas es uno de los más relevantes dentro de la casuística del rumor en el que, cualquier grupo oculto, cerrado y misterioso, acaba convirtiéndose en chivo expiatorio.
Dichas sociedades, cuentan entre sus miembros con los personajes más distinguidos del mundo financiero, económico, político y universitario. Se trata de una especie de Consorcio Global, inaccesible al común de los mortales, cuya misión es planificar y dirigir el destino de la Humanidad.
Como ejemplo de lo expuesto anteriormente, citaremos la conversación que mantienen, en uno de los capítulos de la serie Expediente X, la agente Scully y uno de los siniestros personajes que forman parte del círculo del Fumador:


-         ¿Usted quién es? Pregunta la agente del F.B.I.
-         Yo formo parte de una especie de Consorcio Global. Responde el personaje.
-         ¿Y a qué se dedican? Insiste ella.
-         Nosotros predecimos el futuro. Y la mejor forma de predecirlo es inventarlo.


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